En sus imágenes deambula lo reconocible ante lo desconocido ; segregando un enigma entre lo arcaico y lo reciente , de igual modo evoca en cada serie un enlace que desemboca en la interrogante de descansos visuales , de igual modo el conjunto evoca en cada serie un continuo enlace y desenlace en la interrogante de explorar nuevos caminos y técnicas.
No es lo abstracto en sí ,sino la realidad como la del volumen que lo contiene y que al mismo tiempo lo deslinda.
En la obra de Mariángeles se percibe el movimiento vibratorio de tempestad, fuga, nubes, pedestal sombrío, imperceptible... Que en el fondo es liberarse de lo expresado por otros.
Como penetra en su interior, escudriña sensaciones nuevas sin saber por qué. Es decir, se adentra en la interioridad al estilo de Agustín de Hipona y encuentra el corazón que percibe la paz para darla. “Los ojos de la carne buscan la luz del sol; los del corazón buscan otra luz. ¿Quieres ver la luz que se divisa con los ojos del corazón? Dios es tal luz” en. Ps. 26, 2,15(s.a.)
Entremos en el silencio de nuestro interior, con la ayuda de Mariángeles, para percibir el amor que equilibra nuestra vida.
Maravillosa esclavitud que la ha convertido en artista. Solo ella sabe cuan largo y contrastado ha sido ese camino al través de su vida... Es pues, Mariángeles una esclava del don que le tocó desde la cuna; la varita que le señaló su propio destino. Bendición que es gozo, obsesión y sumisión. He aquí el resultado. La obra tiene su viva voz.
Tu obra no es un producto de la casualidad, tu obra actual esta cimentada sobre una base firme pues está basada en la abstracción que al mismo tiempo es una actividad inherente al hombre y por lo tanto no es una obra sin sentido, es una obra que evoca, sugiere, provoca y conmueve. Ahora que la contemplo encuentro de manera palpable todos los atributos que son los que sustentan al gran pintor. En estos últimos años algo muy profundo ha llegado a arraigarse en tu interior, se trata de la fuerza que has conquistado en esos trazos firmes lineales de planos pictóricos y llenos de pasión.
Pintora conciente de una soltura de técnica admirable. Su dibujo es finísimo, su colorido de mucha sobriedad. Hay en lo que hace una entonación de mucho equilibrio. La materia es delgada y las magníficas transparencias y veladuras que tiene cooperan a destacar la luminosidad de sus cuadros, en los que un tectonismo espontáneo organiza su rico ambiente en que flotan formas abstractas, animadas de mucho movimiento y sugerencias. El estilo de esta artista es abierto y libre.
Equilibrio, sensibilidad, formas claras y sencillas, color y una serie de sugerencias de gran sentido plástico, son características esenciales en la obra de Mariángeles Méndez. Ella trabajó casi desde niña y su imagen del mundo y de la vida la adquiere a través de la experiencia, ha viajado a diversos países pintando, observando, asimilando, inquiriendo y enriqueciendo su personalidad con clara y decidida actitud. Ha encontrado un lenguaje sencillo, limpio, veraz, unido al gran cariño y dedicación que pone en su obra, sus resultantes dan la integración básica, del devenir artístico que ella comunica con plenitud y novedosa manera.
Una compleja relación entre esos elementos que los antiguos imaginaban ser los componentes fundamentales del cosmos: tierra, agua, aire y fuego, elementos que originan combinaciones de luz, de materias, texturas y fuerza expresiva. Un rápido recorrido por sus cuadros me lleva a captar éstas fugitivas imágenes que aún deberán pasar el proceso del tiempo.
En sus obras recientes, Mariángeles Méndez combina sugestiones de la naturaleza con imágenes del subconsciente para crear escenas y paisajes fantásticos que también pueden ser reales. La vitalidad orgánica, el pulso de la vida que se advierte en las nuevas series de grabados y pinturas da lugar a una continua germinación de forma y de ritmos que se encadenan y se enlazan.
La obra de Mariangeles es como un libro. Las letras son sus lineas que se convierten en palabras y sentencias, que página por página nos transportan a un mundo apacible y libre de violencia, al lugar donde el ser humano se ve como en un espejo, conoce mas sus alcances y su razón de ser. Alguien mueve el pincel de Mariangeles, ella sabe que es el Espiritu quien como en éxtasis, le da destellos de una luz que no es la común.
Mariángeles nos presenta una renovada percepción de la realidad. Sus pinturas se combinan con detalles intrigantes tomados del entorno. Su composición está organizada con gran destreza equilibrio y armonía. Los detalles pictóricos: colores, materiales, técnicas, se combinan para subrayar el tema principal -la luz- y al mismo tiempo plantea otros temas complementarios y contrastantes como los rojos intensos. Toda esta riqueza de detalles queda siempre subordinada al conjunto. A Mariángeles le es dado el poder de dar vida a sus sueños. Estas obras de la imaginación tienen sus raíces en una sensibilidad profunda, identificada con los grandes dilemas: vida y muerte. Eventos que han dado mayor dinamismo a su pintura..